Paseando por Almería vi ese barco, y acompañado de un amigo tuve la visión de dedicar una obra a ese barco encallado, a ese barco quizás olvidado, un barco que para los observadores sensibles encierra su propia historia y misterio.
Luego recibí una foto de un lagarto desconocido en alguna parte de la India, una buena postal para recordar a los amigos que se encuentran en otras partes del mundo.
Pensando en todos los rituales del mundo pensé en poner un poco de los rituales del fuego, incluido en la composición, y sin mucho detalle tardé demasiado en completar esta obra (2019 – 2021), sencilla y sincera, contiene recuerdos de paisajes donde estuve, contiene las anécdotas de lugares donde aún no he estado y uno de mis animales preferidos ya extinto, el Gigantopithecus.
