Hoy nada está escrito
No está escrito
el nombre de esa lápida,
aún no comienzo
ni el epitafio de mi tumba.
Solo sé que anotaré mis versos
en el indescifrable poema,
para alejar mi curiosidad.
Almacenaré las noches y los días,
dejando escapar
quizá alguno de mis sueños,
le daré vida a esta carta,
y cuando sea poeta
me dejaré buscarte,
para contar lo que fue este mundo
cuando no te conocía.
POEMA extraído del libro «Los días del veintitrés» de Tekòlótl